
A medida que se eliminan las restricciones asociadas con la pandemia del coronavirus, la gente empieza a reencontrarse. Basta de conversaciones con video. Vuelven los estrechones de mano, los abrazos… y los gastos.
Después de cada cena, hay que pagar la cuenta. Cada boda conlleva regalos. Cada concierto, el costo de una entrada.
Usted y sus amigos pueden encarar estos gastos desde distintas perspectivas. Tal vez para usted gastar 80 dólares en una noche no es nada, mientras que otros están tratando de ver de dónde sacan el dinero para pagar el alquiler.
Algunas recomendaciones para reanudar los contactos sociales, y los gastos que conllevan, sin comprometer sus amistades ni sus finanzas.
SI USTED ES EL AMIGO QUE GANA MENOS.
Analice el estado de sus finanzas y sus prioridades, y hasta qué punto pueden haber cambiado por la pandemia.
“Esta es una oportunidad para que todos sean más conscientes acerca de cómo quieren emplear su tiempo, su dinero y sus recursos”, dijo Kathleen Burns Kingsbury, de Waitsfield, Vermont, experta en la psicología del dinero y conductora del podcast “Breaking the Money Silence” (Rompiendo el silencio del dinero).
Considere qué cosas le importan más, las experiencias en las que quiere invertir y aquellas que prefiere dejar pasar para ahorrar dinero, recomendó. “Cuando ha hecho esto, puede rechazar invitaciones sin sentirse mal”.
Digamos que durante la pandemia se dio cuenta de que no le importa comer un sándwich sencillo, pero le encanta escuchar música en vivo. Descarte las cenas en restaurantes caros y, si su presupuesto lo permite, cómprese una entrada a un concierto.
Otra posibilidad es organizar sus propias reuniones para reencontrarse con sus amigos. Invite a una comida informal —y barata— en su casa, a ver una película, a un paseo en bicicleta o a cualquier otra actividad que no cueste mucho.
Tomar la iniciativa y ofrecer alternativas al alcance de su bolsillo es mucho mejor que no verse con sus amigos por consideraciones económicas, ¿no le parece?
Como dice Kingsburi, “en lugar de decir ‘no puedo, no puedo, no puedo’, diga ‘esto es lo que voy a hacer’”.
Cuando reevalúa sus prioridades financieras, considere la posibilidad de crear un presupuesto, recomienda la terapeuta experta en asuntos financieros Aja Evans.
La clave es planificar. Y saber de cuánto dinero dispone si lo invitan a una boda que implica un viaje o a una comida costosa.
Y si realmente el evento está fuera de su alcance, sus amigos probablemente entiendan su ausencia. “Me imagino que, tras el COVID, la gente comprenderá mejor los apuros financieros de los demás, sin importar el nivel de ingresos”, dice Kingsbury.
SI USTED ES EL AMIGO QUE GANA MÁS
Si puede darse el gusto de ir a restaurantes caros y a conciertos, hágalo, dice Evans. Pero trate de entenderlo si sus amigos no siempre lo acompañan.
“Sea comprensivo y solidario. Y, lo que es más difícil, no los juzgue”, dice Kingsbury.
Tal vez usted no sepa las circunstancias de sus amigos. Mucha gente no lo deja ver cuando pasa penurias económicas, señala Kingsbury, “porque se siente avergonzada”. Déles a sus amigos el beneficio de la duda cuando rechazan una invitación.
También déles tiempo. Si planea una salida, avise con suficiente antelación, para que puedan hacer planes, acota Evans.
“Algunas personas no van a poder participar en la actividad y usted debe estar preparado” y aceptarlo, afirma Evans. Déles a sus amigos la opción de no ir o de participar en alguna actividad alternativa.
Por ejemplo, si invita a sus amigos a una boda en otra ciudad, dígales que sabe que es una propuesta costosa y que no lo verá mal si desisten de ir. Tal vez pueda reunirse con ellos para cenar en otro momento.
CÓMO HABLAR DE TEMAS FINANCIEROS CON LOS AMIGOS
Estas situaciones se hacen más llevaderas si usted y sus amigos pueden hablar francamente del tema económico. Si su amigo sabe que usted está ahorrando dinero para comprar una casa o ayuda a sus padres, por ejemplo, será más comprensivo en caso de que desista de ir a pasear a una bodega.
De hecho, si usted habla de sus finanzas con sus amigos, tal vez reciba sorpresas.
Algún amigo podría comentarle acerca de un programa ventajoso para personas que compran su primera vivienda.
Desde ya, el tema financiero es muy delicado. Elija el momento apropiado para abordarlo, dice Evans.
(Y no lo haga si están bebiendo).
Estos son cuatro consejos que pueden ayudarte a disminuir las posibilidades de un conflicto y, en definitiva, mantener la relación en buenos términos, según la economista uruguaya Bárbara Mainzer.
1. Para qué es el dinero.
El primer paso es preguntar para qué necesita el dinero. Si es una urgencia médica o alguna situación de carácter extremo, hay una mayor justificación para entregarle los fondos.
Sin embargo, no es poco común que algunas personas pidan dinero para gastos que no son de primera necesidad, como podría ser cambiar el auto, por ejemplo.
Luego está el caso de personas que simplemente no quieren bajar su nivel de gasto para no afectar su estatus. En este contexto, es más fácil decir simplemente que no.
Y lo último es poner atención al tema de las adicciones. Hay compradores compulsivos, adictos al juego o a determinadas sustancias, que se ven constantemente en situaciones de crisis y que recurren una y otra vez a los amigos para salir del apuro.
2. Prestar una cantidad que estés dispuesto a perder
Si es un monto pequeño, las probabilidades de que afecte la relación en caso de no pago son bajas. Y en último caso, lo puedes asumir como una especie de regalo a una persona en un mal momento de su vida.
Pero si es un monto considerable (en relación a tu nivel de ingresos), entonces se trata de algo más complejo. Aquí el punto es hacerte la pregunta, ¿qué pasaría si no me lo puede devolver?.
¿Puedo asumir esa pérdida?, ¿pondrá en riesgo mis propias finanzas?, ¿le puedo ofrecer una parte de lo que me está pidiendo?
Como parámetro, se recomienda prestar una cantidad que estás dispuesto a perder, sin que eso afecte tus finanzas. Porque ayudar a alguien para luego verte en medio de un lío, es la receta perfecta para el fin de esa relación.
3. Poner el acuerdo por escrito
Este es el consejo más práctico. Los acuerdos de palabra -de todo tipo- suelen ser una fuente de conflictos por la propia complejidad de las relaciones humanas y la manera en que nos comunicamos.
¿Cuántas veces has estado en una situación en que la otra persona entendió algo y tú entendiste otra cosa y ambos están seguros de estar en lo cierto?.
Peor aún cuando estamos hablando de dinero. Entonces, la clave está en poner el acuerdo por escrito en un papel simple y que cada uno se quede con una copia.
De esa manera, evitas las interpretaciones confusas o los malentendidos. Lo que está escrito en el papel, son los términos del acuerdo.
Ahora bien, estamos hablando de un papel simple, no de un documento legal, aunque también puedes averiguar cómo se podría formalizar ese compromiso de acuerdo a las leyes locales.
Con todo, hay países donde un papel simple puede servir como medio de prueba en un juicio, pero cuando se trata de préstamos a amigos o familiares, muy pocas veces las cosas terminan en tribunales.
«Hacer un juicio para que te devuelvan poca plata es totalmente antieconómico», apunta Mainzer.
Eso porque la judicialización del conflicto suele resultar extremadamente costosa y puedes terminar perdiendo una parte importante de lo que está tratando de recuperar.
4. Hacer un plan de pago
Mainzer dice que es importante acordar la modalidad de pago y establecer plazos.
También se puede prestar una parte del dinero solicitado y, si la persona demuestra que tiene la capacidad de cumplir con su compromiso financiero, entonces prestarle el resto del monto.
Entonces en el acuerdo por escrito debería ir la cantidad, los plazos y algún tipo de interés aplicado sobre el monto, en caso de que hayan llegado a esa conclusión.
Si el período de pago es breve, como podrían ser unos meses, entonces es probable que no se requiera el cobro de ningún interés, si se trata de ayudar a un amigo.
Pero si el monto es grande y la devolución puede tomar más de un año, entonces ese tema podría también formar parte del acuerdo.
Pese a todas las precauciones que puedas tomar cuando te piden dinero prestado, no deja de ser un terreno pantanoso que tiene un doble riesgo: perder tus fondos y perder un amigo.
Sin embargo, algunas de estas recomendaciones pueden ayudarte a mitigar el impacto.
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