Los desafíos para reactivar el turismo en América Latina. #Latinos #America #Turismo #Afectados #Empleos #Contagios #Virus #Confinamientos #Covid19 #OMT #Economía #TurismoInternacional #Vacunas #Reactivación #Gregoriff #UnaAlternativa1

Uno de cada diez empleos en el mundo depende de este sector.

Si bien la pandemia sigue vigente y el covid-19 llegó para quedarse, cada quien tiene suficientes razones para viajar: agotamiento físico y mental por los cierres prolongados, turismo de vacunas, reencuentro familiar, vacaciones acumuladas, el verano en el hemisferio norte, receso escolar, un destino tranquilo y seguro para seguir trabajando de forma remota, entre otros.

Después de más de un año de atención a la crisis sanitaria, los diversos actores de la cadena de valor del sector (transporte, alojamiento, alimentación, operadores turísticos) avanzaron en los protocolos de bioseguridad con el fin de ofrecer una experiencia segura y placentera para cambiar su rutina. 

Uno de cada diez empleos en el mundo depende del turismo. Sólo en 2020, la llegada de turistas internacionales cayó 73%. En el primer trimestre de 2021 los destinos del mundo recibieron 180 millones menos de llegadas de turistas internacionales en comparación con el primer trimestre del pasado año. En dicho periodo, en las Américas la reducción fue del 71%, según el Barómetro del Turismo Mundial de la OMT.

Los pronósticos de los expertos del sector para este año no son alentadores: el 60% cree que el repunte del turismo internacional no llegará hasta 2022 y casi la mitad prevé una vuelta a los niveles de turismo internacional de 2019 hasta el 2024 o posterior.

“Existe una significativa demanda acumulada y vemos que la confianza se va restableciendo lentamente. Las vacunas serán la clave para la recuperación, pero, si queremos ver un repunte en la temporada de verano del hemisferio Norte, debemos mejorar la coordinación y la comunicación, y lograr a la vez que las pruebas de detección de covid-19 sean más fáciles y asequibles”, aseguró el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili.

México es el país en América Latina que menos se ha visto afectado por su cercanía con Estados Unidos y el ambiente más permisivo en protocolos de bioseguridad.

 Además, es el que tiene las mayores expectativas de recuperación para este año.

“Tomando como ejemplo un escenario conservador, se espera que en 2021 lleguen a México 26 millones 800 mil turistas internacionales, lo que representaría dos millones 500 mil visitantes más que en 2020 y un incremento del 10,3% en comparación con el mismo año. El ingreso de divisas por visitantes internacionales se prevé que será de 12 mil 200 millones de dólares, es decir: mil 100 millones más que en 2020 y un aumento del 10,2%”, aseguró el secretario de Turismo del Gobierno de México, Miguel Torruco Marqués.

CONTINGENCIA Y REACTIVACIÓN

Los ingresos del turismo internacional en 2020 presentaron una caída de más de 900.000 millones de dólares, según cifras de la OMT. Un informe del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) presenta una agenda en tres tiempos que permita mantener las empresas abiertas, reactivar el turismo y mejorar su competitividad para adaptarse a las nuevas necesidades de los viajeros.

“En este momento es clave fomentar medidas para apoyar la liquidez de las empresas con el fin de asegurar su solvencia y supervivencia. Esto incluye préstamos especiales, suspensión de pago de amortizaciones e intereses en préstamos existentes, modificaciones a políticas de cancelaciones, entre otros.

 También planteamos medidas fiscales que pueden incluir subsidios puntuales y/o modificaciones a tasas impositivas generales o puntuales”, explicó Jorge Forteza, docente de la Universidad de San Andrés en Argentina y coautor del informe.

Entre las oportunidades que tiene América Latina en este contexto están las nuevas demandas por destinos poco concurridos: el valor de los lugares vacíos. La región tiene una muy baja densidad poblacional, con partes importantes de su territorio que pueden satisfacer este nicho del mercado. El turismo de naturaleza con sitios como las selvas, del Amazonas, el Pantanal, los desiertos y altiplanos y la Patagonia ofrecen múltiples atractivos. 

Factores como seguridad física, calidad sanitaria, conectividad aérea y terrestre, calidad de los servicios públicos y actitudes de servicio por parte de los operadores, serán fundamentales para reactivar el turismo interno, el intra regional y de los países desarrollados. Para lograrlo, las empresas requieren del apoyo de las autoridades y la confianza de los viajeros. Hay que mantener todas las medidas de autocuidado para no bajar la guardia, protegerse y cuidar a los demás; y a viajar que el mundo no se va a acabar.

Además la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha advertido de la necesidad de diseñar políticas orientadas a la recuperación del turismo en América Latina y el Caribe, ya que se trata de uno de los sectores económicos más dinámico y «esencial» para la generación de empleos.

La institución ha contextualizado esta advertencia en el golpe que el turismo sufrió por la pandemia. La OIT señala que mientras el número de ocupados totales de la región se contrajo un 24,8% en el segundo trimestre de 2020, la pérdida de puestos de trabajo en hoteles y restaurantes latinoamericanos alcanzó niveles del 44,7%.

El nuevo informe de la OIT destaca que antes de la pandemia, en 2019, la economía del turismo, que incluye tanto el turismo como todos los sectores que dependen de él, representó el 26% del PIB total en el Caribe y el 10% en América Latina.

El texto también resalta que la reducción de la ocupación no afectó a todos los trabajadores de manera homogénea, ya que la pérdida fue mayor para las mujeres, los trabajadores jóvenes, trabajadores migrantes y para quienes se insertaron en un puesto informal.

En 2019, las mujeres representaban el 58% del empleo en hoteles y restaurantes, mientras que los empleados con 24 años o menos conformaban el 20,9% del empleo en el sector. Asimismo, antes de la pandemia el empleo informal en el sector turístico alcanzaba al 63,3% de los trabajadores de hoteles y restaurantes de la región.

El organismo del trabajo explica que el turismo latinoamericano del 2019 se caracterizaba por un mayor porcentaje de trabajadores en jornadas reducidas (subocupación), hasta el 31,2%, y unas remuneraciones relativamente bajas.

En este contexto, la OIT enfatiza la necesidad de diseñar políticas que permitan promover una recuperación con empleo productivo, la creación de trabajo decente y empresas sostenibles en el turismo, en especial para afrontar desafíos asociados a la elevada presencia de informalidad, subocupación y bajos ingresos.

Asimismo, el organismo cree que los marcos jurídicos del sector deberían tener perspectiva de género y contemplar mecanismos para la prevención de la discriminación y de promoción de la igualdad de género, dada la importante presencia de mujeres en el sector.

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