
El esperanto es un idioma planificado con vocación de ser la principal lengua internacional.
La idea fue del oftalmólogo polaco L. L. Zamenhof, quien publicó en 1887 su primera gramática y tradujo numerosos textos literarios al nuevo idioma.
Este polaco (residente en la ciudad de Bialystok, de aquella bajo el dominio de los zares) trabajó durante más de una década (desde que tenía 17 años) hasta dar, en 1887, con el proyecto del esperanto: una lengua auxiliar internacional capaz de ser utilizada por diferentes culturas y sociedades. Suyo es el primer manual para hablar este particular idioma y suyo es el mérito de que Polonia se haya convertido de facto en el epicentro del desarrollo y normalización de esta lengua a escala global.
El origen del nombre está en el seudónimo de Zamenhof, Doctor Esperanto, que en la propia lengua significa ‘esperanzado’. Alude a la esperanza de que el esperanto sea una alternativa, una lengua auxiliar, que facilite la comunicación internacional. Ese objetivo quedó recogido en la Declaración de Boulogne de 1905, el documento constitutivo de la lengua acordado en el primer Congreso Universal de Esperanto, celebrado en esa ciudad francesa.
El esperanto no es la única lengua planificada auxiliar. Existe también, por ejemplo, el interlingua, creado en 1951. Pero mientras que el interlingua se construyó estandarizando sobre todo las lenguas romances de Europa occidental —francés, español, italiano y portugués— y el inglés, el esperanto toma palabras de las lenguas romances, germánicas y eslavas y las deforma, o inventa otras nuevas.
Este idioma es parte del abecedario latino, aunque incluye seis letras más con acento diacrítico (ĉ, ĝ, ĥ, ĵ, ŝ y ŭ). Tan sencillo es el idioma que se organiza en torno a 16 reglas gramaticales que no admiten excepciones de ningún tipo. Los tiempos verbales tampoco cambian según la persona ni número, además de que no existen verbos irregulares como en la mayoría de lenguajes.
Para simplificarlo todavía más, en el esperanto las terminaciones de las palabras son comunes y sirven para indicar de que clase de elemento se trata (-a para adjetivos, -o para sustantivos). A partir de las propias raíces de las palabras, y simplemente añadiendo sufijos y prefijos, podremos construir todo el abanico de vocabulario necesario para conversar o escribir un texto.
La URSS valoró hacerlo lengua oficial
A partir de la década de 1890, el movimiento internacional del esperanto se expandió por todo el mundo, en especial en el hemisferio norte. Con el fin de la Primera Guerra Mundial, la sociedad de naciones promovió su enseñanza y propuso adoptarlo como lengua de trabajo. Sin embargo, Francia vetó la propuesta en 1922, a pesar de los informes favorables, alegando que el francés ya había sido asumido como lengua franca.
El esperanto no es lengua oficial en ningún país, aunque sí ha habido intentos de implantarlo, como en el microestado efímero de la República Esperantista de la Isla de las Rosas, ubicada frente a la costa adriática de Italia, en 1968. Incluso la Unión Soviética barajó usar el esperanto para la comunicación entre sus pueblos, pero el idioma no presentó las capacidades esperadas y desde 1936 los esperantistas fueron acusados de espionaje por sus conexiones internacionales. Al final, la URSS adoptó el ruso como lengua franca, pese a la diversidad lingüística de las repúblicas soviéticas.
El esperanto, menos de dos millones de hablantes pero traducido por Google
El esperanto todavía existe. Aún se celebran congresos mundiales, que desde el de Boulogne en 1905 han tenido lugar cada año en los cinco continentes, excepto durante las guerras mundiales. Los esperantistas han conseguido logros como su propia Academia del Esperanto, fundada en 1905 como Comité Lingüístico, cuyo objetivo es preservar los fundamentos de la lengua y observar su evolución.
El fracaso es obvio y la pérdida de interés en el esperanto también. Como ya hemos adelantado, la imposición del inglés como idioma hegemónico ha hecho que desaparezca la necesidad de otro idioma universal artificial y planificado. Además, el idioma inglés es también de los más sencillos y rápidos de aprender, lo que es suficiente para restar atractivo a otra de las ventajas del esperanto.
Pese a ello, el esperanto sigue siendo un símbolo de la unión de culturas y la eliminación de barreras a la transferencia del conocimiento entre distintos países. Por ello, el esperanto figura entre los distintos idiomas que Google incluye en sus servicios (incluido Android o el traductor), medida compartida también por redes sociales como Facebook o la Wikipedia. Según indica la propia enciclopedia abierta, con 234.000 artículos, la Wikipedia en esperanto se encuentra en el 32º puesto y en proporción es la más internacional de todas en origen de contribuciones.
¿Qué fue del esperanto?
El esperanto también ha sido incluido en cursos universitarios y de idiomas, y forma parte de la oferta de lenguas del traductor de Google. Además, la Asociación Universal de Esperanto, fundada en 1908, mantiene lazos con Naciones Unidas y la Unesco, la agencia para la educación y la cultura de la ONU. Al ser una lengua secundaria, sin país y por tanto sin censo, no es sencillo calcular cuántos hablantes tiene. La estimación más común está entre los 100.000 y los dos millones en todo el mundo.
Y se estima que existen alrededor de 7.000 idiomas diferentes se hablan en todo el mundo de los cuales, el 90% es hablado por menos de 100.000 personas, como los propios de las tribus o poblaciones con dialectos diferentes. Una compleja amalgama que dificulta el entendimiento entre distintas sociedades, impide la transmisión de conocimiento en la Humanidad y provoca tensiones culturales entre cada uno de los polos de la Tierra.
En tanto que estamos en un mundo globalizado e hiperconectado, resulta obvio que esta heterogeneidad idiomática resulta, cuanto menos, ineficiente en este nuevo contexto. Este fenómeno, unido al del triunfo de EEUU tras la Guerra Fría y su ascenso como única superpotencia en los instantes finales del siglo XX, propiciaron que el inglés se convirtiera de facto en el idioma universal, en la lengua común para el globo entero.
Pero antes de que eso ocurriera, ya hubo propuestas que pretendían aunar a toda la Humanidad en torno a un mismo idioma compartido. La más importante de todas ellas es el esperanto, un idioma planificado y creado desde cero, ideado hace ya 100 años y con la independencia y neutralidad política o cultural como principales valores frente al uso globalizado del inglés u otra lengua nacional. Y es que, ¿quién nos garantiza que la siguiente superpotencia no será China y tendremos todos que aprender su idioma?
Con el esperanto esa problemática, esa dependencia de los ritmos económicos y políticos, desaparece. Así quedó reflejado en la Declaración de Boulogne, en la que se establece como principal objetivo del esperanto el ser una alternativa internacional rápida de aprender y neutral de las grandes lenguas de cada época.
Una utopía no exenta de críticas
El esperanto también ha recibido críticas, como su supuesto eurocentrismo, ya que se inspira en lenguas europeas sin considerar las africanas o asiáticas. Esta falta de representación y presunta homogeneidad ideológica le impediría convertirse en lengua universal. Asimismo, el esperanto carece de una cultura asociada propia, a pesar de que existan libros o canciones en ese idioma.
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