
La plataforma de comida a domicilio Deliveroo ha comunicado a sus trabajadores en plantilla y a sus repartidores que va a dejar su actividad en España, alegando que no es un mercado clave para la empresa y que está en riesgo la viabilidad del negocio. Lo hace semanas antes de que entre en vigor la llamada ‘Ley Rider’, que obliga a estas plataformas a contratar a los repartidores, hasta ahora trabajadores autónomos, aunque fuentes de la empresa niegan que sea por este motivo.
La compañía ha anunciado hoy que va a someter a consulta esta decisión entre sus trabajadores y repartidores en España. Se trata de una mera formalidad, un trámite para el cese de actividad, pues lo que voten los empleados no es vinculante y la decisión le corresponde a la compañía.
La empresa niega que sea por la entrada en vigor de la Ley rider, que le obligaría a contratar a los 3.500 repartidores que colaboran para ella como autónomos, y fuentes cercanas señalan que incluso se podría asumir el coste de su contratación. Lo que alegan es que nuestro país no es un mercado clave y Deliveroo no puede hacer frente a otros competidores, como Glovo o Just Eat.
Intentarlo, dicen, «requeriría un nivel de inversión muy elevado» que no quieren asumir porque podría afectar a la viabilidad de la empresa, por lo que prefieren centrarse en otros mercados.
Compensación
La consulta a los empleados comenzará en septiembre y el resultado se comunicará a principios de octubre, según fuentes cercanas a la empresa. En este tiempo se va a negociar la compensación que deben recibir empleados y repartidores. Estos últimos no están en plantilla, y en teoría no tendrían por qué recibir indemnización, pero sí se va a valorar, dado que la ley entra en vigor el próximo día 12.
Durante este periodo aún no se ha definido cuál será el modelo de contratación para ellos.
«Deliveroo se asegurará de que los riders y los empleados dispongan de un adecuado paquete de compensación que cumpla con todas las normativas y la legislación local», aseguran en un comunicado.
El grupo británico opera actualmente en 12 mercados de todo el mundo, en los que Deliveroo ocupa la primera o segunda posición. España representó menos del 2% del valor de estas operaciones en el primer semestre de 2021.
Nueva regulación
La Ley de los Riders entra en vigor el 12 de agosto. Obliga a empresas como Deliveroo o Glovo a contratar a sus repartidores, que ya no podrán ser autónomos, como hasta ahora. También podrán trabajar para otra empresa que preste el servicio, pero siempre con contrato laboral.
Este nuevo marco regulatorio afecta directamente a 14.000 repartidores y tienen como base las sentencias con las que los tribunales han estado condenando a las plataformas en los últimos cuatro años por no contratar a sus riders.
Las plataformas siempre han defendido que los repartidores no eran parte de la plantilla e incluso han aludido al modelo digital de su negocio. El Gobierno decidió hace unos meses regularizar esta situación. Curiosamente este modelo ha sido precisamente el que ha sustentado parte de la actividad en esta pandemia de muchos negocios de hostelería que tuvieron que cerrar en confinamiento y después han sufrido restricciones.
En el caso de Deliveroo, tiene más de un centenar de trabajadores en plantilla y alrededor de 3.500 riders. Asalariados sólo tiene en Madrid, Barcelona y Valencia. Los repartidores se extienden por 70 ciudades y municipios.
El sindicato CCOO ha reclamado que el impacto sobre las 4.000 personas que prestan servicio a la empresa (en su gran mayoría riders bajo la figura de falso autónomo) , se afronte «con plenas garantías, reconociendo su estatus laboral», tal y como han reconocido actas de Inspección de Trabajo y sentencias de los tribunales españoles.
UG, por su parte, ha calificado de «difuso» el anuncio, «con una terminología llena de ambigüedades que evita utilizar expresiones como despido colectivo o indemnización» y dicen que lo estudiarán al detalle.
La Asociación Profesional de Riders Autónomos (APRA) y RepartidoresUnidors.org ha señalado que sus predicciones de precarización y destrucción de empleo en el sector se están cumpliendo a escasos días de la aprobación de la Ley Rider, tal y como demuestra este anuncio de Deliverro, que califican de «fuga de empresas».
Los riders: «La culpa es del Gobierno»
El silencio de Deliveroo durante estas últimas semanas hacía temer lo peor a los repartidores. «Uber Eats y Glovo ya habían anunciado cuál iba a ser su nuevo modelo a partir de la ley Rider, pero Deliveroo no decía nada. Eso nos tenía muy preocupados», explica el presidente de la Asociación Profesional de Riders Autónomos (APRA), Jordi Mateo, a este periódico.
Desde que la ministra de trabajo pusiera en su punto de mira al modelo de reparto a domicilio que habían impulsado las nuevas tecnologías, esta asociación lleva advirtiendo de la pérdida de empleos que podían producir las intenciones de la ministra. «Que una compañía tan grande como Deliveroo se vaya de España es el peor escenario posible, pero sabíamos que podía pasar. Y la culpa la tienen el Gobierno y los sindicatos, que han aprobado una ley que no quieren ni los repartidores ni las plataformas» asegura Mateo (trabajador de Deliveroo).
El principal objetivo de Díaz ha sido acabar con la actual relación que tienen estos repartidores con plataformas como Glovo, Uber Eats o Deliveroo. Y lo ha conseguido. Para la máxima responsable de Trabajo, «no cabe duda» de que los riders ejercen como empleados de estas compañías, por lo que su objetivo es que dejen de ser considerados autónomos. «Una persona que va en bicicleta no es un emprendedor, es un simple trabajador», llegaba a asegurar Díaz insistiendo en que «no solo no es un emprendedor, sino que no hay ningún margen de autonomía en su relación laboral. Son autónomos sin autonomía».
Pero a pesar de que la ministra de Trabajo haya asegurado que lo que va a hacer la ley Rider es mejorar las condiciones laborales de los repartidores, muchos de los implicados no piensan lo mismo. De hecho, lo que quieren es seguir siendo autónomos. Justo lo que Yolanda Díaz les acaba de prohibir.
Como ya ha publicado Libre Mercado, desde asociaciones de repartidores como APRA, los propios trabajadores denuncian que con la norma de Yolanda Díaz pierden toda su autonomía, debido a que, si son contratados por las compañías, tendrán que someterse a unos horarios de trabajo concretos y no podrán gestionar su tiempo libremente. Además, es habitual que muchos de estos autónomos trabajen con varias plataformas a la vez —dependiendo de las mejores condiciones que le ofrece cada una en cada momento—, por lo que someterlos a una sola empresa reduciría sus oportunidades de ingresos. Por tanto, con un contrato tradicional, ganarían menos dinero y perderían flexibilidad.
Y así parece que está pasando. «El modelo de ETT que ha establecido Uber Eats para adaptarse a la Ley Rider nos precariza porque son contratos de 15 horas al mes, no nos dejan trabajar más horas, y eso solo son 500 euros de ingresos», asegura Mateo. «Y lo que ha hecho Glovo hay que ver las condiciones, porque lo acaba de anunciar, pero parece que nos va a dejar elegir entre ser autónomos o contratados. Muchos elegirán autónomos», concluye.
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