
Mes y medio después de los comicios, el Jurado Nacional de Elecciones oficializó la victoria del profesor cajamarquino, lo que confirma la tercera derrota consecutiva de la derechista Keiko Fujimori. Mientras el presidente electo prometió un gobierno inclusivo, e invocó a «no poner más obstáculos», presidentes y entidades internacionales saludaron su victoria.
Tras 44 días de la segunda vuelta electoral, el Jurado Nacional de Elecciones proclamó anoche al profesor cajamarquino Pedro Castillo como presidente electo del Perú, confirmando la victoria que el conteo final dio desde hace ya varios días, pero que fue repetidamente postergada por el fujimorismo y sus aliados, que insisten hasta hoy en denunciar un fraude del que nunca ofrecieron pruebas fehacientes.
Después de que sus últimas apelaciones fueron declaradas infundadas, le quedó poco margen de maniobra a Keiko Fujimori, quien fiel a la postura hostil que ha mantenido estas semanas, dio una conferencia de prensa horas antes de la proclamación mostrando su inconformidad con los resultados finales. A pesar de decir que aceptaba los resultados «porque es lo que manda la ley», inmediatamente procedió a declararle la guerra a su oponente: «La defensa de la democracia no termina con la promulgación ilegítima de Pedro Castillo. Esta defensa recién empieza». Segundos antes, Fujimori aseguró que «Fuerza Popular ha accionado todos los recursos legales que le permitía la ley. Mientras tanto, los peruanos han visto que Perú Libre nos ha robado miles de votos el día de la elección», una afirmación que las entidades electorales y los observadores internacionales ya han considerado falsa en reiteradas oportunidades.
El ex jefe de la ONPE afirma que nunca había visto «una denuncia de fraude como esta, hecha por alguien con tanto poder a su favor»
En declaraciones a Público, el ex jefe de la ONPE, Fernando Tuesta Soldevilla, sostuvo que nunca había visto «una denuncia de fraude como esta, hecha por alguien con tanto poder a su favor». «Cuando comienzas a mirar en que países, en que momentos, ha habido fraude –prosiguió Tuesta-, vas a encontrar algunos elementos que son casi necesarios para que eso suceda. En primer lugar, que quien lo hace cuente con la venia, el apoyo, abierto y activo, del gobierno, de los organismos electorales y de los poderes fácticos. Es bien difícil que una agrupación como Perú Libre, que es una administración que todos señalan de ser improvisada, informal, inorgánica, con conflictos internos o intereses variados en su interior, pueda organizar un operativo nacional de una envergadura tan fina, sin que los radares, los candados, los fiscalizadores y supervisores de todo tipo no los hayan descubierto. Esa es una narrativa que no existe sino en la cabeza de quienes no aceptan un resultado electoral”. Tuesta recordó también que la última vez que se realizó un fraude en el Perú fue organizado, precisamente, por el fujimorismo, para buscar la tercera reelección de Alberto Fujimori el año 2000. Keiko era, en aquel entonces, primera dama de su padre.
Para Tuesta, además, el 6 de junio último «empezó una suerte de tercera vuelta». «En el fondo ya no se trata de si había fraude o no, en el fondo lo que se trataba era que Castillo no llegue al poder. Si eso implicaba desprestigiar las elecciones, los organismos electorales, patear el tablero, lo que fuera o hasta golpe de Estado, no importaba».
El politólogo y experto en procesos electorales recordó que, para el año 2000, Vladimiro Montesinos, había comprado con millones de dólares a los dueños de los medios de comunicación y a los miembros del JNE y la ONPE, lo que califica como «Un fraude en toda línea». «Es más, en aquel entonces, la misión de la OEA se retiró entre la primera y segunda vuelta en un caso inusitado en América Latina. Entonces, hablar de un fraude entre dos agrupaciones en donde una tiene la experiencia, el capital, el apoyo, versus otra informal, es pues muy difícil de creer», sentenció.
«Un gobierno de todos y todas»
«Bienvenido a este espacio para hacer un gobierno de todos los peruanos, bienvenido a este espacio para hacer un gobierno de todas las sangres, sin discriminación alguna, sin mirar de reojo a los indígenas, a los hermanos afroperuanos, a todas las razas, a todas las etnias, a todos los grupos humanos.
Este será el gobierno donde nadie se quede atrás», dijo el presidente electo Pedro Castillo en un breve discurso con el que se dirigió a sus seguidores desde el local de Perú Libre en el centro de la capital peruana.
Pocos instantes después de haber sido proclamado oficialmente por el Jurado Nacional de Elecciones, Castillo se presentó junto a Dina Boluarte, quien será la nueva vicepresidente del Perú y llamó a la unidad por el Bicentenario, a dejar de lado las diferencias y afirmó tener «el corazón abierto para todos» y no tener rencor. También se dio un tiempo para responder a quienes temen que Perú repita los escenarios de Cuba o Venezuela: «Junto con ustedes vamos a rechazar cualquier pretensión o traer un modelo de otro país. Los peruanos sí podemos, los peruanos sí gestaremos el verdadero desarrollo y el modelo económico, garantizando la estabilidad jurídica y económica y seremos respetuosos de la institucionalidad y de la Constitución».
Además, Castillo invocó al acercamiento de sus contendores políticos a invocó a Keiko Fujimori a que «no pongamos más barreras en esta travesía y no pongamos más obstáculos para sacar adelante este país».
Minutos antes de su presentación, Castillo ya se había pronunciado en Twitter con similar discurso de unidad e inclusión: «Ha llegado el momento de llamar a todos los sectores de la sociedad para construir unidos, en este Bicentenario, un Perú inclusivo, un Perú justo, un Perú Libre. Sin discriminación y por los derechos y todos y todas. Convocamos a los pueblos afro, costeños, andinos y amazónicos, a la clase trabajadora y sus gremios, a las comunidades nativas, campesinas y a toda la sociedad para hacer de esta patria hermosa. Hoy, hermanas y hermanos, inicia una nueva etapa en nuestra historia».
Inmediatamente, comenzó a ser saludado en dicha red social por otros presidentes –de diversas tendencias políticas- e importantes entidades internacionales. Entre los primeros en pronunciarse estuvieron Pedro Sánchez, Iván Duque (Colombia), Guillermo Lasso (Ecuador), Alberto Fernández (Argentina) o Sebastián Piñera (Chile), además de los ex presidentes de dicho país, Cristina Kirchner, de Bolivia, Evo Morales o de Honduras, Manuel Zelaya. También hizo lo propio el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard. A ellos se sumó el saludo de la ONU, que puso a disposición de nuestro país y el gobierno entrante «la cooperación de todas sus agencias, fondos y programas para continuar el trabajo conjunto».
Más tarde llegó la felicitación y el saludo del secretario general de la OEA, Luis Almagro, de Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe o de las embajadas norteamericana y británica en el Perú. La primera habló de «fortalecer los lazos con el Perú» y la segunda saludó la «democrática elección».
De este modo, el Perú ya tiene confirmado al presidente de su Bicentenario.
Se dispara la apertura de cuentas de peruanos en bancos de EE UU ante la incertidumbre política.
La moneda de Perú se ha depreciado un 8% desde el triunfo de Pedro Castillo en la primera ronda electoral el 11 de abril, reflejo de una salida de capital tanto de extranjeros como de nacionales del país suramericano
Los bancos en Miami no dan abasto. A diario reciben llamadas y visitas de peruanos que buscan abrir una cuenta en Estados Unidos para proteger su dinero de lo que pudiera traer un cambio de Gobierno en su país. La victoria electoral de Pedro Castillo, candidato de izquierda a la presidencia, ha generado tal miedo, que muchos ciudadanos están buscando la manera de sacar su dinero de los bancos locales.
Se deprecia el sol peruano
El Banco Central de Reserva del Perú no ha reportado los datos de reservas y depósitos en banca para las semanas después de la elección, pero la evidencia de que ha habido ya una importante fuga de capitales del país sudamericano está en el tipo de cambio. El sol peruano ha perdido el 8% de su valor contra el dólar estadounidense desde el 11 de abril, fecha de la primera ronda electoral, a pesar de que el Banco Central ha intervenido agresivamente para defender la moneda. El banco de inversión JPMorgan estima que se han gastado 11.000 millones de dólares, un 5,4% del PIB, en instrumentos financieros para evitar el desplome del sol.
Una fuente especializada, que desea permanecer anónima, estima que tanto extranjeros como ciudadanos peruanos han sacado el equivalente al 6% del PIB, es decir, unos 14.000 millones de dólares del país – dato que no se podrá confirmar hasta que el Banco Central publique la cifra oficial. Es posible, sin embargo, que la aversion al riesgo sea más fuerte dentro del país que fuera.
“Nuestra perspectiva del sol es constructiva”, dice Carlos Pedroso, analista en Banco de Tokyo-Mitsubishi UFG Brasil. “Los buenos fundamentos macroeconómicos y la recuperación global que sustenta el alto precio del cobre tienden a apreciar la moneda”, apunta. El cobre es una de las principales fuentes de ingresos en Perú.
“Esperamos que este movimiento se lleve a cabo una vez que Castillo asuma el cargo”, agrega Pedrosos, ”por supuesto, el escenario político en el Perú aún está lejos de la normalidad, lo que limita esta apreciación”.
Inestabilidad política
Castillo ganó en las urnas por poco más de 44.000 votos, testamento de la división tan marcada que dejaron los comicios. Candidato de un partido que se declara marxista-leninista, el maestro de una escuela rural de Perú propuso en campaña redactar una nueva Constitución mediante una Asamblea Constituyente, como lo hizo Chile, aumentar el presupuesto para la educación, la agricultura y conservar el medio ambiente. Se dijo un opositor al “neoliberalismo” y prometió cambiar la economía a una “social de mercado” y “popular con mercados”. El Estado, dijo, tomará un rol mucho más central en la economía como interventor, por lo que buscará renegociar las utilidades que reparten las empresas transnacionales, especialmente las mineras.
Su contrincante, Keiko Fujimori, denunció falsamente que hubo fraude en las elecciones y, junto con sus seguidores, impuso 270 peticiones para anular el voto.
El jueves, la máxima instancia del tribunal electoral denegó las peticiones, lo cual calmó un poco a los mercados. Sin embargo, desde que se anunciaron los resultados de la elección del 6 de junio, Castillo ha intentado calmar no solo a las élites con poder económico, sino a los peruanos que ven con incertidumbre el cambio que viene.
Castillo nombró a Pedro Francke, economista y profesor universitario con buena reputación entre banqueros y empresarios del país, como su asesor principal y para calmar las preocupaciones y separarse de la idea de que sus propuestas son “comunistas”. También anunció que Julio Velarde, presidente del directorio del Banco Central, seguirá a la cabeza de la institución para garantizar su independencia y continuidad.
“No somos chavistas, no somos comunistas, no le vamos a quitar sus propiedades a nadie, es totalmente falso lo que se ha dicho, eso está sellado: somos democráticos, respetamos la gobernabilidad y la institucionalidad peruana”, dijo Castillo en un evento masivo el 27 de junio. Pero Castillo no ha cortado vínculos con el partido y con figuras consideradas como de extrema izquierda. Esto ha generado mucha confusión en cuanto al rumbo que tomará el país, lo cual intensifica el miedo y la incertidumbre en cuanto a la economía y el patrimonio de los peruanos.
“Si tú le preguntas ahora mismo a alguien, ¿qué esperas del Gobierno de Castillo? van a tener respuestas muy distintas”, dice Cuyo, “unos te dirán que será radical y que va a empeorar la economía, otros te dirán que esperan que se va a moderar. Pero realmente no hay hechos contundentes para decir quién está en lo correcto, cualquier visión es válida en esta nebulosa”.
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